Hace unos meses, decidí comprarme una Thermomix por aproximadamente 1.300€. Soy consciente del alto precio que tiene en comparación a otras (la de cecotec vale unos 300€), pero es que yo la consideraba mejor.
La compré con el pensamiento de que no iba a dejar de cocinar ni un día, pero desgraciadamente no fue así. Y ahora la tengo cogiendo polvo en una esquina de la cocina.
Te parecerá una locura, ¿no?
Pues la misma locura supone, tener un producto con una calidad buenísima y que nadie lo conozca porque no se ha trabajado el Branding de empresa.
Branding para empresas 📒 Guía para crear tu Manual de identidad corporativa profesional Clic para tuitearSi no conocen tu marca, no existes en el mercado.
ÍNDICE DEL ARTÍCULO
¿Qué es el Branding para empresas?
El Branding se define como las acciones que se llevan a cabo para lograr que una marca se defina visualmente por sí misma, en base a sus valores corporativos gracias al diseño gráfico y al trabajo de comunicación.
Sus objetivos principales se centran en conseguir crear un vínculo con el cliente, generar sensaciones positivas y mejorar su posicionamiento en el mercado.
Un Brading estratégico ayudará a tu negocio a diferenciarse
Para empezar a trabajar la imagen corporativa es necesario diseñar una estrategia optimizada desde la que se plasmarán:
- Los valores de la marca.
- La estrategia comunicativa que se va seguir.
- Los canales necesarios para su difusión.
- Los elementos visuales de marca.
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Cómo hacer un Branding de una empresa paso a paso
Ya tenemos la idea de negocio clara, los productos o servicios estrella seleccionados e, incluso, la estrategia de captación algo orientada en nuestra cabeza.
Pero, llega el temido momento de definir la línea de imagen de la empresa.
Y éste es el primer paso que se debe trabajar de manera conjunta con tu agencia de branding. Porque sí, crear un Brand Book no es algo que pueda hacer todo el mundo.
Se deben tener conocimientos no solo técnicos, sino también poseer una sensibilidad especial hacia la imagen y el diseño, conocer las tendencias, y tener bien ubicado el funcionamiento del sector en el que se vaya a mover la marca en cuestión.
Por ello, hay que trabajar a conciencia la identidad de marca, tomando como base de trabajo un briefing de diseño, ya que será la manera más directa de que el público pueda reconocer a la empresa.
¿Qué tiene que tener para causar un efecto “punch” en el público?
Diferenciadora.
Efecto WOW que cause impacto.
Expresar los valores del negocio.
Expandible en el medio-largo plazo.
Así que toma nota, porque vamos a analizar todos los puntos esenciales a trabajar para que tu marca se convierta en el mayor referente del sector.
1. Eslogan, tagline y claim
Cuando trabajamos el branding para empresas a conciencia, estos tres términos terminarán pareciendo un miembro más de la familia.
Hay muchas personas que no saben diferenciarlos entre sí, porque, es cierto, que su significado es similar. Pero, la gran diferencia vendrá en para qué tienen que ser usados.
Sin embargo, en muchas ocasiones no tienen por qué emplearse las tres opciones al mismo tiempo.
| Término | Definición | Ejemplos |
|---|---|---|
| Eslogan | Define a la marca y acompaña al logotipo. Breve, llamativa y recordable. Describe a la empresa o a un producto concreto. |
L’Oreal, porque tú lo vales. |
| Tagline | También acompaña al logotipo. Concisa y con una idea contundente. Su mensaje es la definición de la compañía. |
Nokia, Connecting People. |
| Claim | Mensajes asociados a la empresa, pero más focalizado a campañas concretas. Deben ser virales y memorables. |
Red Bull, Red Bull te da alas. |
2. Colores corporativos
La elección de la paleta de colores de una marca no es algo meramente estético, como muchos piensan.
Los colores representan uno de los grandes influenciadores en la toma de decisiones, ya que juegan un papel protagonista que definirá las sensaciones que queremos que el público capte de manera directa.
Aquí entra en juego, la psicología del color.
Saber qué sensaciones evoca cada tonalidad, qué mensaje transmite o de qué manera lo va a recibir son factores vitales a tener presentes antes de escoger el pantone adecuado.
ROJO: Fuerza, pasión, valentía. Agresividad, tensión.
VERDE: Naturaleza, tranquilidad. Tedio.
NARANJA: Vitalidad, calidez. Juventud, inexperiencia.
AZUL: Seguridad, profesionalidad. Frío, distante.
NEGRO: Seriedad, elegancia. Dureza, frialdad.
AMARILLO: Optimismo, rapidez. Ansiedad, fragilidad.
BLANCO: Luz, claridad, relajación. Frialdad, neutralidad.
VIOLETA: Misterio, espiritualidad. Complejidad.
¿Cómo encontramos el Pantone adecuado?
- Buscar un color predominante y protagonista.
- Combinar con tonos complementarios.
- No saturar con demasiados colores diferentes entre sí.
- Tienen que evocar sensaciones positivas.
- Deben representar los valores corporativos de la marca.
Y, si aún así, la inspiración aún no ha llamado a la puerta, recomiendo ojear la herramienta Coolors.
Un creador de paletas de colores súper práctico y sencillo de usar, que permite probar diferentes combinaciones de tonalidades y gamas cromáticas.
3. Logotipo
El logotipo es el símbolo visual conformado por una serie de imágenes y letras, que sirve como identificador de nuestra marca o producto.
Si quieres trabajar el logo de tu empresa, puedes empezar haciendo click aquí.
¿Cómo tiene que ser un buen logotipo?
No hay nada peor para una marca que no causar ningún efecto en el público.
Todos tenemos en nuestra retina la imagen corporativa de Starbucks o Coca-Cola … porque son sencillos, pero “memorables” en el tiempo.
Tengamos en cuenta que no solo vamos a usar el logo en la web, sino que será necesario en otros elementos como tarjetas de vista, roll ups, stands…
Por eso, siempre hay que tener un logotipo e isotipo con diferentes variedades cromáticas, para según el uso que haya que darle.
Es uno de los mayores problemas que suelen darse a la hora de diseñar.
Se tiende a sobrecargar, pero hay que saber parar y estipular los elementos imprescindibles y descartar las ornamentaciones excesivas.
4. Tipografía
La identidad visual de una marca tiene que contar una historia que genere gancho y quede en la retina de los usuarios a muy largo plazo.
Y la fuente que vaya a utilizarse tendrá también parte de la responsabilidad de que se consiga.
Y no solo nos referimos a la letra que vaya a emplearse en el logotipo, el claim, o en el eslogan que acompaña, sino que también hay que tener en cuenta la que vaya a utilizarse en el material corporativo, en la plataforma web y en los grafismos.
Todo tiene que basarse en una misma estrategia que lleve un hilo conductor que evite que el cliente desconecte y desvincule la marca al pasar de una plataforma a otra.
¿Qué hay que tener presente a la hora de seleccionar las tipografías?
Que sea legible para todos los formatos de impresión y dispositivos de lectura.
Que esté orientada hacia el target al que nos dirigimos.
Que transmita los valores y la personalidad de la empresa.
Que sea limpia y nada recargada.
No mezclar con muchas fuentes diferentes entre sí.
Desde Google Fonts se pueden descargar una amplia variedad de tipografías de manera gratuita filtrando según el tipo que se desee hasta dar con la letra ideal para nuestra marca.
Herramientas para hacer un branding empresarial
Llega el momento de ponerse manos al ratón y empezar a construir de manera palpable todos y cada uno de los elementos gráficos que van a componer nuestro Brand Book.
Para ello, os vamos a dejar a continuación algunas de las herramientas más top, de pago y gratuitas, del mercado.
Adobe Illustrator
Bienvenidos al reino de las imágenes vectoriales.
Illustrator sirve para crear cualquier todo tipo de elementos gráficos de manera profesional.
Uno de los programas más longevos de la casa Adobe permite el diseño de logotipos, banners, portafolios… a través de su mesa de trabajo.
Sus puntos fuertes que no podemos pasar por alto son los siguientes:
- Trabajo con vectores.
- La posibilidad que ofrece el manejo de las perspectivas y las profundidades.
- Trazos y pinceles realistas.
- Gran resolución en los exportados.
- Tipografías personalizadas.
Adobe Indesign
Adobe Indesign es un software especializado en maquetación, edición y creación de contenido para un sector más editorial. Véase libros, revistas, publicaciones o PDF interactivos, entre muchas más opciones.
Desde grandes revistas, hasta pequeñas y medianas corporaciones lo tienen entre sus filas porque los resultados que genera son increíblemente visuales y atractivos.
Aunque es un programa algo más avanzado, cuenta con una serie de plantillas prediseñadas para aquellas personas que estén dando sus primeros pasos en el mundo Indesign.
Ofreciendo también, al mismo tiempo, la opción de las plantillas personalizadas y las páginas maestras para que los diseñadores puedan dar rienda suelta a sus lienzos en blanco.
Inkscape
Volviendo al diseño gráfico puro y duro, nos encontramos con Inkscape.
Un editor de imágenes vectoriales cuya funcionalidad principal es la de crear tipografías personalizadas, logotipos creativos, ilustraciones, infografías.
En comparativa con Illustrator, éste es gratuito y su nivel de funcionalidades es muy potente.
Sin pasar por alto, que la curva de aprendizaje es rápida, debido a su diseño intuitivo.
Sketch
Y en este listado, no podía faltar una herramienta de diseño gráfico orientada hacia el diseño de wireframes y prototipos, además de logotipos y elementos de identidad de marca.
Es muy utilizada para diseñar los bocetos de páginas web antes de lanzarnos al editor visual del site.
Gracias a éste, se pueden previsualizar los resultados con antelación, y que el cliente pueda asegurarse de cómo va a quedar finalmente su página, lo que ahorrará tiempo y brindará mejores resultados de cara a la usabilidad del sitio.
Canva
Otra de las herramientas en línea gratuitas (también tienen versión prémium que recomiendo) muy utilizadas para aquellos que no necesiten de un diseño gráfico milimétrico y profesional.
Es una aplicación intuitiva, rápida y de fácil exportado que ofrece un sinfín de opciones con las que trabajar, entre las que vamos a encontrar:
- Imágenes y vídeos.
- Tipografías.
- Elementos gráficos.
- Kit de marca: logotipos, tipografías, pantone.
- Redimensionado.
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Beneficios de tener bien definido el branding corporativo
Independientemente del tamaño del negocio que se tenga, trabajar el branding de empresa es un must, buscando un triple objetivo:
Ser recordado.
Destacar frente a la competencia de tu sector.
Fidelizar al máximo número de clientes posibles.
Si se busca alcanzar los mejores resultados, no basta con tener el mejor producto, los demás tienen que conocerlo.
1. Transmisión de valores claros
Si tienes el mejor producto de tu sector, el público tiene que saberlo.
Y si, además, posee una características diferenciadoras, como por ejemplo, que es eco-friendly y está creado solo con materias primas naturales, se tiene que transmitir a través de la imagen corporativa.
Y eso solo se logra definiendo el branding de empresa con una estrategia estudiada, analizando al público, la competencia y los valores internos.
De esta manera, se facilita el posicionamiento, la marca será mucho más duradera en el tiempo y potenciará el vínculo entre negocio y consumidor.
2. Mejora la fidelización
El objetivo de toda empresa son las ventas, y ¿cómo conseguimos retener a los clientes ya fidelizados?
Consiguiendo mantener nuestra imagen en su retina, para que cuando escuchen ciertos sonidos, vean colores concretos o huelan aromas específicos nuestro negocio les retumbe en su cabeza.
Hay que tener especial cautela, cuando se realizan rebrandings muy extremos.
En estos casos, en los que la imagen corporativa cambia en gran medida, generan ruido socialmente, pero, en muchas ocasiones, el público ya no logra identificarla o bien, ya no se siente confortable con la nueva línea.
Por eso, no hay que perder de vista el hilo de conductor inicial, y mucho más en los casos que se trata de empresa ya consolidadas en el mercado.
3. Facilita el trabajo del equipo
Si se dispone de un Brand Book el trabajo de cualquier miembro del equipo de trabajo será mucho más ágil y aumentará la productividad.
Pongamos el ejemplo de una empresa que cuenta con más de cien trabajadores en oficinas.
Si cada uno de los departamentos tuviera que consultar qué tipo de imágenes, contenidos o lettering usar para la emisión de informes o cualquier visual para ferias o eventos, el flujo comunicativo sería muy tedioso.
Y no solo se ralentizarían los resultados finales, sino que por el camino habría pérdidas de información casi al 100%.
Por eso, si se cuenta con un manual de branding perfectamente definido y estructurado, aumentará la productividad y la co-dependencia hacia los jefes de departamento.
